Un refrigerador ordenado no solo es cuestión de estética. En medio del caos “perdemos” alimentos porque olvidamos que están ahí ; y, sin duda, los encontramos pero solo cuando nos preguntamos de dónde vendrá ese aroma tan desagradable. Además, una mala organización provoca la sensación de que en el refrigerador siempre hay poco espacio.
1. Pon contenedores grandes en las repisas
Invierte tiempo una vez en comprar contenedores y etiquetarlos (carne, pescado, productos lácteos, etc.), y tu refrigerador estará organizado al 100%.
2. Cuelga las bolsas en clips de papelería
Matas dos pájaros de un tiro: las bolsas quedan cerradas y el espacio en las repisas, libre.
3. Pon las salsas en una huevera con la tapa hacia abajo
Así podrás olvidarte del desorden de las salsas tiradas en la puerta de tu refrigerador.
4. Almacena las hierbas aromáticas en frascos tapados en lugar de bolsas
Así las hojas de lechuga se mantendrán más frescas. Nada de estantes llenos de bolsas.
5. Elabora contenedores magnéticos
Una idea para los más creativos de la casa, no te la pierdas.
6. Lava tu refrigerador con una solución casera natural
Obtendrás repisas limpias y también un aroma de limón y romero agradable.
7. Aparta un lugar especial para los productos que caducan pronto
¡Para que tus alimentos no se dañen! Es como una verdadera caja mágica.
8. Dale un propósito a cada compartimiento en la puerta
No olvides pegar unas etiquetas para que tus familiares no se confundan.
9. Organiza “la zona de los bocadillos”
¡Y asómate aquí antes de ver tus series de TV favoritas!
10. Pon en el congelador organizadores para oficina
¡Adiós al caos en el refrigerador y hola al orden!
Bonus: 12 Cosas que es mejor evitar para no parecer una persona desordenada
Cuando hablamos sobre un aspecto físico descuidado, ante nuestros ojos sale la imagen de una persona con la ropa sucia, rota o un cabello grasoso. Pero hay otros momentos que discretamente hacen tu imagen más descuidada que los anteriormente mencionados.
1. Las raíces sin teñir
No importa si el color es oscuro o rubio, de todos modo influye en la impresión.
Solución:
- Si cambias de tono radicalmente, procura teñir las raíces de manera frecuente.
- Si el teñido constante te cansa a ti y a tu cabello, en cualquier momento puedes regresar a tu color natural.
2. Goma para el cabello en la muñeca
Esto pasa con las mujeres ocupadas que se han acostumbrado a arreglarse el cabello muy rápido. Por supuesto, es cómodo, pero estropea tu look, ya que esa es una goma para la cabeza y no un reloj, ni pulsera. Su lugar es en el pelo y en ninguna otra parte.
Solución: lleva en las manos accesorios bonitos, y para guardar las gomas usa los bolsillos de tu bolso.
3. Cabello recogido con un semi moño a la nuca
¿Qué hacemos normalmente, si el cabello molesta, pero no tienes tiempo para peinarte? Lo recogemos en un extraño moño que se asemeja al peinado de cola de caballo, pero con mechones saliendo por diferentes lados. Esta opción es buena si estás en casa, cuando nadie te ve, pero es poco probable que la sociedad reaccione bien.
Solución: dedicar tiempo al peinado o, al menos, recógelo en una coleta.
4. Presencia de cutícula y padrastros en las uñas
Las manos son nuestra tarjeta de presentación. Parece que es una pequeñez… ¿Quién lo notará? Las verán y de estas pequeñeces las personas formarán una impresión general, la cual no estará a tu favor. Como resultado el look que has elegido minuciosamente estará arruinado de inmediato.
Solución: cuida tus uñas más seguido. Dedica solamente 2 mintutos al día y no tendrás problema.
5. El tono de polvo o base de maquillaje incorrecto
Si el tono de base de maquillaje es muy oscuro o demasiado claro para tu tono natural de piel, el rostro se diferenciará mucho con el cuello. Y por lo tanto se verá feo.
Solución: al elegir estos productos, primero prueba varios colores. Aplícalos a lo largo de la línea de la barbilla y escoge la variante que coincida con el color de tu cuello.
6. Llevar 2 bolsos grandes al mismo tiempo
La bolsa de lona es una buena variante para llevar las compras a casa, pero no vale la pena llevarla cada día junto con tu bolso. De lo contrario, tienes oportunidad de verte desorganizada.
Solución: recoger minuciosamente el contenido de tus carteras. ¿Necesitarías todas las cosas que llevas allí?
7. Ropa interior a la vista
Si de la ropa sobresale el tirante de tu sujetador y de la cintura tu ropa interior modeladora, ésto no te dará ningún encanto. Al revés, las demás personas pensarán que has tenido flojera de verte en el espejo.
Solución: esas prendas debe encontrarse oculta bajo el resto.
8. Piel seca
Todos sabemos que la piel tiene que ser hidratada, no solo por que si está seca causa la aparición de arrugas más rápido, sino también porque la sequedad y la descamación hacen que el rostro y las manos se vean descuidadas.
Solución: usar más seguido cremas hidratantes.
9. Puntas abiertas del cabello
Aunque durante muchos meses dejes que tu cabello crezca, esto no es motivo de tener las puntas abiertas. Se ve descuidado y en general crean un look poco agradable.
Solución: rápidamente ve a la peluquería.
10. Ajustas y tiras constantemente de tu ropa
Los intentos constantes de ajustar la ropa les molesta a todos: a las personas de tu alrededor y a ti. La gente que te rodea pensará que no puedes escoger prendas más cómodas y, en conclusión, todo lucirá desagradable.
Solución: elegir lo que se acomode más a tu figura y necesidades.
11. Labios agrietados
El labial brillante en tus labios agrietados no se ve muy bien y solamente subraya el problema. Luce como si tuvieras 15 años y acabaras de besarte en el frío. No se puede decir de esta apariencia que está muy bien cuidada.
Solución: no utilizar labiales de color hasta que te recuperes, y usar bálsamo labial o protector labial en su lugar. Si los labios son muy escamosos, utiliza cosméticos especiales nutricionales.
12. Pelos de gato o perro en tu ropa
Solo parece que no se nota, pero la gente que te rodea sin duda lo verá y el look perderá el encanto.
Solución: abraza tus mascotas con la ropa de casa. Y al salir, ponte prendas limpias.