¡El cabello más largo del mundo mide 5,627 metros! Sin embargo, se necesita mucho esfuerzo para hacer que el pelo crezca, incluso si no estás buscando resultados difíciles de alcanzar. Pero si deseas que este sea más largo, aunque sea solo un poco, es posible que necesites algunos trucos para lograr tu meta.
1. Utiliza vitamina B-12
Si no puedes hacer que tu cabello crezca es probable que no tengas suficiente vitamina B-12 en tu cuerpo. Esta es muy importante para su crecimiento y su salud, y una deficiencia puede provocar pelo seco, delgado y quebradizo. El cuero cabelludo también necesita vitamina B-12, de lo contrario, puede causar picazón y caspa. Por lo tanto, aumentar la ingesta de esta puede normalizar tus niveles corporales, pero es mejor que consultes a un médico primero.
2. Masajea tu cuero cabelludo
Un masaje en el cuero cabelludo te ayudará a mejorar la circulación sanguínea, haciendo que la sangre fluya mejor en los folículos pilosos y estimulando su crecimiento. Masajea tu cabeza con los dedos por todos lados realizando movimientos suaves. ¡Incluso puedes hacerlo mientras te bañas!
3. Seca tu cabello correctamente
Es mejor no torcer el cabello con una toalla después de lavarlo, y en ningún caso debes frotarlo, porque eso hará que se vuelva más frágil. En lugar de hacer todo eso, simplemente sécalo con una toalla. Presiona suavemente el tejido contra tu pelo y elimina la humedad.
4. Duerme sobre almohadas de seda
Las fundas de algodón pueden quitarle la humedad a tu cabello y secarlo, pero eso no sucederá si usas una de seda. Al mismo tiempo, este tejido reduce la fricción entre el pelo y la almohada, reduciendo el daño que ese movimiento pudiera causar.
5. Cambia la forma de tu cola de caballo
Si regularmente te peinas con una cola de caballo, lo mejor que puedes hacer es cambiar su forma.Haz que sea una coleta baja y no la aprietes demasiado. Lo que sucede es que, cuando aprietas mucho, jalas el cabello, provocando que este comience a caerse de la parte de adelante. También corres el riesgo de perder constantemente pelo, y eso dañará tus raíces. Si te gustan otros peinados ajustados, aflójalos y dale a tu cabello un descanso periódico.
6. Cuida la piel de tu cuero cabelludo
Tu cuero cabelludo necesita atención, al igual que la piel de tu cara. Por lo tanto, debes saber cuáles productos de cuidado facial son adecuados para ti. De esta forma te será más sencillo elegir cosméticos para el cabello basados en la composición correcta. Recuerda que esa zona debe estar hidratada y tener el pH adecuado para estar saludable.
7. Enjuaga el cabello con agua fría
Después de lavarte el cabello enjuágalo con agua fría. Esto ayudará a fortalecerlo y a hacerlo más saludable. Además, le agregará brillo y lo hará más suave.
8. Prueba el aceite de oliva
El aceite de oliva nutre perfectamente el cabello. Es rico en antioxidantes y vitamina E, lo cual es bueno para el crecimiento del pelo y para hacer que este luzca brillante y suave. Toma 1/4 de taza de aceite y frótalo en el cuero cabelludo y en el cabello durante algunos minutos. Cubre tu cabeza con un gorro de baño y deja reposar de 15 a 30 minutos. Enjuaga y lava con champú. Puedes mezclar aceite de oliva con otro de coco o de ricino, pimienta o jengibre.
9. Hidrata tu cabello
Tu cabello necesita estar hidratado para tener un buen crecimiento y una mejor apariencia exterior, y la yema de huevo puede ayudarte en eso. Esta contiene lecitina, la cual ayuda a hidratar el pelo. Mezcla 2 huevos y un par de gotas de jugo de limón con un batidor hasta crear espuma. Aplícala sobre el cabello y cubre tu cabeza con una gorra de baño. Deja reposar por media hora y luego enjuaga con agua fría.
10. Vigila tu dieta
Para que tu cabello esté saludable debes pensar en tu salud interior. Necesitas comer alimentos y minerales útiles. Agrega a tu dieta más comidas con proteínas (como pescado, carne y frijoles) y con vitaminas A y C (como zanahorias, calabaza y frutas cítricas). También asegúrate de mantenerte hidratado.
Bonus: 10 Prendas y accesorios que pueden estar dañando tu salud sin que te des cuenta
Hay ciertos objetos o situaciones que todos asimilamos como riesgos, pero hay otros artículos que son más peligrosos de lo que parecen y que nunca hubiéramos imaginado que podrían resultar dañinos para nosotros. ¿Te has puesto a pensar en que la ropa que usas podría estar lastimándote? Sigue leyendo para aprender más al respecto.
1. Pantalones ajustados
Los pantalones ajustados resaltan la figura y curvas del cuerpo, pero si se usan muy apretados y de manera frecuente, podrían causar problemas de salud que nunca hubieras imaginado podrías padecer. Las piernas, glúteos y abdomen son sometidos a tal presión que la circulación sanguínea puede verse afectada y ocasionar lesiones en músculos y nervios, lo que se conoce como síndrome compartimental.
Otras consecuencias para la salud son: digestión más pesada por la presión en el abdomen, infecciones por humedad atrapada en la zona íntima, celulitis e incluso problemas cardíacos por la mala circulación.
2. Tacones altos
Caminar con tacones implica alterar la posición normal del cuerpo. Este se desplaza hacia adelante y obliga a los dedos y antepié a cargar con todo el peso, causando incomodidad y dolor. Para compensar esto, los músculos de la espalda se tensan para que puedas caminar de forma erguida, y esta alteración en la columna vertebral puede generar lesiones en las rodillas y dolor lumbar.
Además, la mayoría de los zapatos de tacón tienen puntas estrechas que hacen que los dedos estén muy apretados, causando males como callos, irritación, tendones lesionados, juanetes y otras deformidades. Por ello, asegúrate de comprar zapatos de la talla adecuada y no usarlos diariamente para darles un descanso a tus pies.
3. Tangas
Esta prenda es un ícono de sensualidad, pero también es una amenaza. El problema principal es que este tipo de ropa interior retiene mucha humedad, lo que causa un desbalance del pH vaginal, generando infecciones e irritación.
Si utilizas esta prenda a diario y caminas con ella, también es probable que sufras pequeños desgarres en la zona íntima, ya que es un área especialmente sensible. Para evitar inconvenientes al usar esta clase de ropa interior, lo más recomendable es que compres tangas de algodón al 100 %.
4. Aretes pesados
La joyería que utilizamos también es un aspecto a cuidar. Muchas perforaciones pueden terminar en infecciones por bacterias o incluso causar reacciones alérgicas por la presencia de níquel en la pieza. Utilizar aretes muy pesados puede ocasionar cicatrices, daño a los tejidos de la oreja y deformaciones, como lóbulos alargados.
Vestir estos accesorios también aumenta el riesgo de sufrir desgarres en caso de accidentes en los que se jalen. Si eso llegara a pasar, la lesión debería ser atendida en un plazo de 12 a 24 horas para asegurar que pueda ser curada al 100 %.
5. Corbatas
Las mujeres no tienen el monopolio de los riesgos por usar ciertos artículos con la intención de lucir mejor. La corbata, siendo típicamente para hombres, también puede provocar problemas de salud. Un estudio realizado en el Hospital Universitario de Schleswig-Holstein, Alemania, encontró que un nudo demasiado ajustado impide que la sangre fluya correctamente, afectando a la oxigenación y a la presión arterial.
6. Sostenes mal ajustados
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Barcelona en colaboración con la marca Pillow Bra, el 70 % de las mujeres usa sostenes en la talla incorrecta, un problema no solo estético, sino también de salud.
No hay que olvidar que un sostén cumple esencialmente una función práctica: si está demasiado ajustado, altera la circulación y puede provocar flacidez e incluso quistes. Por el contrario, si es demasiado grande, puede provocar rozaduras. En general, si tienes senos grandes, evita usar sostenes con correas delgadas. Si tienes un busto más pequeño, asegúrate de que las varillas metálicas no dañen tu piel.
7. Sandalias
Aunque este calzado es excelente para estar en la playa, piscina o la ducha, su uso cotidiano puede convertirse en un verdadero problema para tus pies. El mayor riesgo es sufrir fascitis plantar, una inflamación que va desde la base de los dedos hasta el talón y causa un dolor agudo.
Hay que considerar que las sandalias no están hechas para caminar grandes distancias, ya que son totalmente planas y tienen muy poco agarre, lo que las hace sumamente inestables y aumenta la probabilidad de sufrir un esguince o torcedura. Además, este calzado obliga a los dedos a estar en una posición de garra, generando mayor tensión.
8. Fajas
Como ya hemos visto en ejemplos anteriores, el exceso de presión afecta al cuerpo, y la faja es un ejemplo bastante ilustrativo de eso. Tener el estómago comprimido es totalmente anormal, ya que en esa área del abdomen se albergan órganos importantes como el hígado y los pulmones. Demasiada compresión podría alterar su funcionamiento.
9. Bolsas muy grandes
Si eres de las que llevan el bolso siempre lleno y súper pesado, tal vez quieras reconsiderar esa costumbre después de leer esto. Eso puede provocar contracturas musculares, problemas en las cervicales e incluso afectar la movilidad de los hombros. También puede perjudicar tu postura de forma permanente, pues el hombro se acostumbra a estar elevado para compensar el desequilibrio del peso.
Por suerte hay ciertos consejos básicos que puedes poner en práctica para evitar estos problemas. El primero es no sobrecargar el bolso con cosas que no necesitas. El segundo es cambiarlo de mano o brazo cada diez o quince minutos. Finalmente, cuida que el peso no exceda el de tu cuerpo: es decir, si pesas 70 kg, tu bolso no debería pesar más de 3,5 kg.
10. Faldas de tubo
Con las faldas de tubo, también conocidas como lápiz, ocurre algo muy similar a los pantalones apretados: impiden una correcta circulación sanguínea y pueden alterar el proceso digestivo, causando estreñimiento y gases.
Además, este tipo de prenda acerca demasiado las piernas, limitando la posibilidad de evitar una caída, restringiendo los movimientos e incluso dañando los músculos.