Cuando las temperaturas aumentan, la ropa que usamos disminuye y comenzamos a usar chanclas, sandalias y todo tipo de calzado abierto. Pero esta no es realmente la mejor idea. Los estudios científicos dirigidos por la Asociación Médica Americana de Podología muestran que, debido a los hongos, los callos y el “agarre de tenaza” del pie, a la larga, el uso de sandalias puede ser realmente perjudicial.
Riesgo de bacterias y hongos
Caminar con chanclas convierte tus pies en un verdadero receptáculo de bacterias, de las cuales el estafilococo es sin duda uno de los más peligrosos (en los casos más graves, especialmente en presencia de heridas abiertas, incluso podría tener que amputarse la extremidad), pero también es mejor prestar atención a las infecciones por hongos, como las verrugas y el “pie de atleta”, que son altamente contagiosas y molestas.
Paso lento
Un estudio conducido por la Universidad de Auburn hizo un análisis comparativo del modo de andar humano mientras usaba chanclas y zapatillas deportivas. En una muestra de 56 individuos, se mostró que el calzado influye significativamente en la forma en que caminamos. Las chanclas causan un paso más corto y un tiempo de soporte más pequeño en comparación con las zapatillas de deporte.
Mayor riesgo de caídas
Conectado directamente con el punto anterior, al usar chanclas, debes asegurarte de que estas permanezcan en contacto con el suelo y que el pie tenga una adherencia máxima a la sandalia. Al usarlas, también tienes que flexionar más las rodillas y los tobillos, lo que eventualmente llevará a una caminata distorsionada y a un mayor riesgo de tropezar y caer.
Daño en el talón
La delgadez de la suela significa que, con cada paso, los talones se encuentran sometidos a un esfuerzo considerable y a estrés; además, este impacto repetido puede causar dolor intenso, especialmente cuando se usan chanclas durante largos períodos de tiempo.
Formación de ampollas
Las correas laterales son el único punto de sujeción al pie o a la cama del pie. Y el hecho de que se froten contra la piel en cada paso significa que terminarán por irritarla, causando las dolorosas ampollas que pueden terminar como heridas abiertas, exponiendo el pie a posibles infecciones bacterianas.
Daño permanente a los dedos de los pies
Al usar las sandalias, el pie se ve forzado a adoptar una posición de “pinza” para no perder el agarre. A la larga, esta postura poco natural hace que los nudillos de los dedos se doblen, lo que provoca el llamado “dedo en martillo”.
Empeoramiento de los callos
El agarre de los dedos para mantener las chanclas en los pies puede causar callos, especialmente los que se forman entre el dedo gordo y el segundo dedo del pie, donde descansa la tira de la correa, lo que hace que el uso sea aún más doloroso.
Postura deteriorada
Cualquier zapato completamente desprovisto de talón evita el correcto apoyo al pie, altera la distribución correcta del peso corporal y evita la buena circulación sanguínea, además de que daña la postura, especialmente en el uso prolongado de este tipo de calzado.
Peligro de tendinitis y juanetes
La postura alterada que ocurre cundo se usan las sandalias impone una mayor carga al nivel de las articulaciones de las piernas. Estas articulaciones deben hacer un mayor esfuerzo para compensar el desequilibrio, exponiendo así al pie a una serie de problemas que pueden ir desde dolores simples hasta la tendinitis más severa y los juanetes.
Materiales tóxicos
Las correas laterales que sostienen las chanclas y las mantienen juntas a menudo están hechas de látex, un material al que muchas personas son alérgicas o pueden contener BPA (bisfenol A), un compuesto que se ha demostrado que causa algunos tipos de cáncer. En este caso, es mejor optar por modelos de tela o de cuero.
Bonus: 10 Cosas que no deberías tener en tu armario desde hace mucho tiempo
“Tu vida se vuelve mucho mejor cuando llevas ropa que genera admiración”, afirmaba Vivienne Westwood. Y esto no deja de tener su parte de razón: un par de zapatos nuevos, por supuesto, no cambiará tu vida por completo (aunque el ejemplo de Cenicienta demuestre lo contrario) pero sí que mejoraría tu estado de ánimo y tu nivel de confianza. Pero la ropa aburrida, sosa, y que ya te cansa, puede arruinar tu mejor apariencia. Lo mejor que puedes hacer con esa ropa es deshacerte de ella cuanto antes y sin remordimiento.
Prendas que casi todo el mundo tiene
En este mundo donde impera el mercado de masas, muchas tendencias de moda se convierten en una verdadera epidemia. Todos recordamos las botas UGG que estaban por todas partes, botas de encaje y zapatos “pezuñas”. Este tipo de accesorios no tienen personalidad alguna y, además, rápidamente pasan de moda. ¿Realmente vale la pena gastar tu dinero en ellos?
Ropa que realmente no se ajusta a tu cuerpo
La ropa debe ocultar los defectos de la figura y para nada enfatizarlos. Un vestido mini puede estar de moda, pero si no va contigo, para nada gozarás de estilo, sino que harás el ridículo. La misma regla se aplica a aquellas prendas que no se ajustan bien a tu cuerpo. Una falda de lápiz negra es un atributo indispensable de cualquier vestimenta básica. Sin embargo, si la raja de la falda lápiz se aguanta con el último hilo, ya es hora de deshacerte de ella.
Ropa y zapatos de baja calidad
La pedrería, estampados de leopardo y colores vivos de neón que aparecen en las listas de las prendas de peor gusto, en realidad, puede que te hagan aparentar muy bien. Pero bajo una sola condición: este tipo de prendas deben gozar de materiales de buena calidad. Pero los trajes, cuyos hilos sobresalen y la tela es, al tacto, como si fuera celofán, no aumentarán precisamente tu encanto. Y el estampado de leopardo no tiene nada que ver.
Ropa demasiado “reveladora”
Las prendas que muestran al mundo todo lo que, por su propósito, debe esconderse, son apropiadas, sí, pero solo cuando vas a la playa. El resto del tiempo, estos atuendos dan sensación de vulgaridad. Y punto.
Camisetas de recuerdo
¿Te gusta viajar y explorar el mundo? ¡Genial! ¿Debería tu camiseta mostrar a otras personas cuáles son tus aficiones? Nosotros lo dudamos. Es mejor que utilices este tipo de prendas cuando vas de compras o para andar por la casa.
Prendas que llevas más de un año sin ponerte
El vestido, para el que no encuentras esa ocasión adecuada, esos zapatos con los que solo te sientes cómoda estando sentada, esa camisa aburrida que compraste en rebajas sin pena ni gloria, todas estas prendas pueden estar muertas de risa durante años en el interior de tu armario y nunca llegarles su gran momento. Deshazte de ellas y compra solo aquellas prendas con las que te sientas cómoda y que realmente te gusten.
Ropa y zapatos gastados
¿La camiseta blanca ya está lejos de ser blanca, el suéter se ha estirado y cubierto de bolitas, mientras que los bordes del bolso están hechos trizas? Todo esto no es más que una señal auténtica de que ya es hora de deshacerte de todo eso. La ropa y calzado gastados tiene un aspecto descuidado y pueden echar a perder cualquier imagen, incluso aquella más reflexiva y refinada.
Ropa no acorde a tu edad
Las sudaderas con lemas provocativos y faldas con volantes en una mujer adulta están totalmente fuera de lugar, así como un vestido de terciopelo con un escote en una chica de 16 años de edad. Nadie te anima a vestir solo trajes estrictos al cumplir los 30 años. Sin embargo, si tu vestuario puede ser fácilmente confundido con el armario de tu hija adolescente, esta es una buena ocasión para reflexionar. O tú o tu hija.
Ropa interior inadecuada
Toda mujer debe dominar el arte de elegir el sostén correcto. Primero, la ropa interior de calidad y escogida con buen gusto te hace sentir más segura. En segundo lugar, es mucho más cómoda que algo que no te queda bien por su forma o talla. Y finalmente, es simplemente hermoso.
Ropa aburrida
Una camisa blanca con una falda negra, no combinar zapatillas deportivas con un vestido, zapatos a juego con el tono del bolso… todas estas reglas que puedes encontrar en las revistas del mundo de la moda de mediados del siglo pasado, a día de hoy, están obsoletas. No tengas miedo de experimentar con tu apariencia, escapa de los límites de lo habitual y verás que el resultado no tardará en llegar.