No es ningún secreto que algunos actores quedan atrapados en un solo papel y luego, no importa cuántas veces lo intentan, permanecen en la memoria como aquellos a los que nos acostumbramos a ver. También consiguen interpretar con talento a otros personajes pero, por desgracia, en el recuerdo de los espectadores no se queda Renée Zellweger, sino Bridget Jones, ni Colin Firth, sino Mr. Darcy.
Renée Zellweger, Bridget Jones en la película con mismo nombre
A pesar de la brillante y memorable Roxie del musical Chicago, para nosotros, Renée quedará para siempre en nuestro recuerdo como Bridget Jones gracias a esta imagen, muy viva y familiar para cada mujer, que logró crear.
Sheryl Lee, Laura Palmer en Twin Peaks
Al principio, se suponía que el papel de Laura Palmer en la serie de televisión Twin Peaks tenía que ser episódico, pero al director David Lynch le gustó tanto la actuación de Sheryl que amplió las escenas con su participación e incluso hizo una película en la que la actriz pudo desarrollar todo su verdadero talento. Por desgracia, Sheryl Lee ya no tuvo más papeles tan brillantes.
Rupert Grint, Ron Weasley en Harry Potter
Rupert, por supuesto, es un actor con mucho talento y ya pudo actuar en varias películas más después de la saga sobre Harry Potter. Pero debemos admitir que todos los espectadores lo recuerdan como el mejor amigo del protagonista principal de esta obra cinematográfica. Confiamos en que Rupert aún pueda mostrar su talento en el futuro.
Viggo Mortensen, Aragorn en El Señor de los Anillos
Viggo cuenta con papeles en el aclamado Green Book: una amistad sin fronteras como en otras grandes películas, pero, con sinceridad, para nosotros sigue siendo Aragorn.
Chris Tucker, Ruby Rhoden en El quinto elemento
A pesar del papel igualmente carismático que llevó a cabo en Una pareja explosiva con Jackie Chan, Chris sigue siendo recordado como Ruby de El quinto elemento y este es probablemente el personaje cómico más memorable de las películas de ciencia ficción.
Audrey Tautou, Amélie en la película con el mismo nombre
Audrey Tautou casi logró salir del papel de chica extraña, pero no del todo. A pesar de su excelente trabajo en El código Da Vinci y Coco antes de Chanel, en la mente de la mayoría de nosotros está firmemente asociada su imagen con Amélie.
Colin Firth, Mr. Darcy en Orgullo y prejuicio
Este actor es, sin duda, uno de los británicos con más talento y su “historial” de rodajes es extenso. Sin embargo, su Mr. Darcy se ganó los corazones de las mujeres para siempre.
Jennifer Aniston, Rachel Green en Amigos
Sin duda, Jennifer es una gran actriz, pero admitimos sinceramente que no tuvo ningún papel brillante e icónico después de Amigos. Esperamos que todo cambié pronto.
Jim Parsons, Sheldon Cooper en La teoría del Big Bang
La imagen de Sheldon simplemente “se pegó” al actor y, lo más probable es que esta fuera la razón por la que el actor quiso dejar su papel en la exitosa serie La teoría del Big Bang, lo que finalmente llevó a la finalización del proyecto.
Robert Downey Jr., Iron Man en las películas de Marvel
Robert, como un ave fénix, se levantó de las cenizas y nos dio uno de los personajes más queridos del universo Marvel. En su baúl, el actor guarda muchos papeles que también son ampliamente conocidos por la audiencia (por ejemplo, Sherlock), pero precisamente será Tony Stark el que permanecerá en nuestros corazones para siempre.
Adrian Paul, Duncan MacLeod en Highlander, el último inmortal
Después del papel del inmortal Duncan, el actor nunca logró repetir el éxito de Highlander. Muchas películas, pero pocas conocidas con detalle por el público en general. Por cierto, cuando observas su foto, piensas involuntariamente: ¿tal vez, Adrian realmente no cambia?
Tom Hiddleston, Loki en la saga de películas de Marvel
El actor más bello, en cuyo currículum encontramos papeles interesantes con famosos directores. Según los rumores, incluso puede convertirse en el próximo James Bond. Pero, por desgracia, Loki sigue siendo la imagen más memorable del británico. Sin embargo, confiamos en que Tom complacerá a sus admiradores (así como a la población femenina en general) con sus magníficas interpretaciones cinematográficas.
Bonus: 10 Actores que tuvieron que esforzarse bastante para reencarnar a sus personajes
¿Cómo es un día típico de un actor? ¿Firma de autógrafos, entregas de premios, filmación con increíbles directores y talentosos colegas? En realidad, no todo es tan simple. Frecuentemente, son estrictas dietas, entrenamientos varias veces al día y el desarrollo de complejas habilidades en un corto periodo de tiempo. A veces incluso comer hígado crudo o estar presente en una autopsia.
Daniel Radcliffe en Jungla
Daniel Radcliffe interpretó el papel principal en la película Jungla, la cual está basada en acontecimientos reales. El filme cuenta la historia de un grupo de amigos que se perdieron en la selva amazónica. El personaje que Radcliffe interpretó perdió cerca de 15 kilos en la vida real. El actor quería mostrar el sufrimiento del personaje de la manera más creíble, por eso voluntariamente se mantuvo en una dieta estricta durante toda la producción de la película. Y justo antes de las tomas, él no comió nada durante dos días.
Shailene Woodley en A la deriva
El 90 % de las tomas en la película A la deriva tuvieron lugar en mar abierto, a dos horas de la costa. Al mismo tiempo, la filmación a veces comenzaba a las 4 de la mañana y duraba 12 horas. Según contó la actriz, debido a los fuertes mareos, todo el equipo de filmación (excepto el director y el operador) frecuentemente sufría de mareos y vómitos.
Robert Pattinson en Good Time: viviendo al límite
Para sumergirse en el personaje del ladrón que se escondía de la justicia, Robert Pattinson tuvo que olvidarse de la comodidad: “Viví en el sótano de un edificio de apartamentos en Harlem, al igual que mi personaje. Durante todos esos dos meses, no abrí las cortinas ni una sola vez, no cambié las sábanas, dormía con ropa y solo comía atún enlatado. Eso era todo lo que había: atún, salsa picante y café”.
Charles Dance en Juego de tronos
Para el papel de Tywin Lannister en Juego de tronos, Charles Dance tuvo que dominar una inusual habilidad. Para filmar una escena, Dance aprendió a desollar un venado, y como destacó el mismo actor, le salió bastante bien.
Saoirse Ronan en Byzantium
Para su papel en la película Byzantium, Saoirse Ronan aprendió desde cero a tocar el piano. Ella impresionó al director por haber dominado una compleja sonata de Beethoven en tan solo 12 semanas, aunque ella nunca antes había tocado un instrumento musical.
Margot Robbie en Escuadrón Suicida
Margot Robbie tomó clases con un buceador para aprender a mantener la respiración bajo el agua para la película Escuadrón Suicida. Para filmar la escena necesaria, se requirió que la actriz no respirará por un par de minutos, Robbie aprendió a mantener la respiración durante 5 minutos enteros.
Leonardo DiCaprio en Revenant: el renacido
El papel que le valió un Óscar a DiCaprio no fue nada sencillo para el actor. Tuvo que comer un hígado de bisonte crudo (aunque él es vegetariano), aprendió a disparar de mosquete, suturar heridas y a hablar dos idiomas nativos estadounidenses. Pero eso no es todo: agrega al proceso de filmación un frío constante, bucear en un río congelado y portar una pesada piel de oso.
Tom Hiddleston en El rascacielos
Para sumergirse en su personaje para la película El rascacielos, Tom Hiddleston estuvo presente en una verdadera autopsia. El actor asegura que, si tienes que mostrar algo en pantalla, debes hacerlo de tal manera que un especialista diga: “Sí, así es como se hace”. No importa de qué se trate, preparar un omelet o realizar una autopsia.
Jennifer Lawrence en Los juegos del hambre
Para interpretar a Katniss Everdeen, Jennifer Lawrence entrenó activamente dos veces al día y aprendió a tirar con arco. También pasó por un curso especial de pista de obstáculos, en el que tuvo que saltar y trepar por los árboles.
Eddie Redmayne en La teoría del todo
Eddie Redmayne obtuvo un Óscar por el papel del científico Stephen Hawking. La preparación para las tomas no fue sencilla: el actor no solo estudió la vida del físico durante meses, sino también aprendió a andar y a hablar como una persona que padece de esclerosis lateral amiotrófica. Redmayne pasó mucho tiempo con pacientes a los que les habían diagnosticado la enfermedad y también tuvo un entrenador de baile y maestro de canto para transmitir los movimientos y el lenguaje de una persona con esta enfermedad.